En las primeras semanas de enero, varios países de la región anunciaron programas de apoyo para recibir a sus ciudadanos deportados de Estados Unidos, según un artículo de Deutsche Welle. A continuación se destacan, a modo de resumen, algunas de estas iniciativas:
México: El gobierno de Claudia Sheinbaum lanzó el programa “México Te Abraza”, que ofrece apoyo a ciudadanos deportados de Estados Unidos. Los migrantes reciben una “Tarjeta de Asistencia Paisano” con un bono económico para cubrir gastos de viaje y acceso al Instituto Nacional del Seguro Social. Además, expertos sugieren la creación de un consejo coordinador permanente para asegurar políticas públicas más incluyentes.
Honduras: La presidenta Xiomara Castro anunció el “Programa Hermanos Regresan a Casa”, que busca reintegrar a los deportados mediante capacitación, empleo e incentivos económicos. El gobierno hondureño propone un retorno ordenado y digno, que incluya la financiación de vuelos privados para sus ciudadanos.
Respuestas de otros países de América Latina:
El Salvador ya cuenta con el programa “El Salvador es tu casa”, pero la nación también puede jugar un papel en la recepción de deportados de otras nacionalidades.
Colombia lanzó un plan de créditos productivos para apoyar a migrantes, además de protocolos de atención a menores deportados.
Perú está desarrollando medidas para la reintegración social y laboral de sus ciudadanos retornados, incluida asistencia médica.
Ecuador aún no ha presentado un programa estructurado, pero está coordinando acciones con varios ministerios para atender a los deportados.
Guatemala ha fortalecido su programa “Retorno a Casa”, que busca brindar apoyo para la reintegración social y económica de los deportados.
Respecto a las perspectivas regionales y los desafíos
futuros, los expertos abogan por un enfoque conjunto de los países
centroamericanos para enfrentar las deportaciones y negociar mejores
condiciones con EE.UU. La falta de una estrategia coordinada en el pasado ha
generado contradicciones y debilitado la posición de la región en las
negociaciones con Washington. Se hace un llamado a los gobiernos centrales y
locales para que trabajen juntos para recibir y reintegrar a los migrantes
deportados.